En ese sentido, las ediles subrayaron que ante la protesta social por derechos humanos fundamentales, “nuestra comunidad exige tolerancia, diálogo, comprensión, discusión, construcción y, por sobre todas las cosas, paz y justicia”.
Los hechos
Por tal motivo los maestros neuquinos decidieron el corte de rutas en el circuito turístico de la provincia y tras llevar cuatro semanas de paro y ante la falta de respuestas oficiales decidieron avanzar.
Fuentealba estuvo entre los docentes que analizaron la medida, incómodo no por el corte sino por el lugar. Estaba convencido, dicen sus compañeros, de que el lugar elegido - la ruta nacional 22, en el paraje Arroyito - era una "trampa".
No se equivocaba. Tenían enfrente a un gobierno provincial decidido a reprimir la protesta social, a marcar autoridad a riesgo de la vida de algún militante. En este contexto los docentes fueron reprimidos con balas de goma y gases lacrimógenos cuando se disponían a cortar la ruta 22.
En esas circunstancias, Carlos Fuentealba recibió el impacto de un proyectil de gas lacrimógeno que traspasó la luneta trasera del vehículo en el que estaban los docentes y fue retirado del automóvil. La granada explotó dentro del auto provocando la asfixia y su muerte por el impacto que le provocó en la cabeza y el aplastamiento de la masa encefálica.
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